La presión es la relación de una fuerza aplicada con la superficie sobre la cual se aplica. Este índice se mide en Pa, Bar, psi, kg/cm2 y mmHg. Existen tres tipos de presión: Absoluta, que es la total real ejercida, Relativa, que se refiere a la presión de la atmósfera sobre la superficie y Diferencial, que indica otra presión ejercida en una superficie.
Al calibrar un equipo de medición de presión, se debe comparar la salida de un dispositivo utilizado para medirla, con la salida de otro. Estas salidas se comparan con una o más presiones, desde la lectura más baja a la más alta, del intervalo de escala completo del dispositivo que se está poniendo a prueba.
Estos equipos se pueden descalibrar principalmente por sobrecargas o variaciones bruscas de presión aplicada. Un manómetro, equipo de medición, se calibra comparando con un patrón de mejor exactitud al menos tres veces mejor, que puede ser un manómetro digital o balanza de peso muerto.
Los equipos más comunes de medición de presión son:
1- Manómetro de columna de líquido: Este equipo está recomendado para medir presiones diferenciales muy pequeñas, como sucede en cuartos limpios, para evitar la entrada de partículas.
2- Manómetro de Bourdon: Se conforma de un tubo plano que vuelve a su forma circular cuando se aplica presión. Mientras mayor sea, el tubo tiende a desenrollarse, moviendo la aguja. Estos equipos generalmente son de muy poca precisión.
3- Manómetro digital: Estos equipos están basados en piezoeléctricos, que son un cuarzo que genera un potencial DC cuando se aplica presión, la que es lineal. Este tipo de sensor es aplicable para equipos de alta y baja precisión, dependiendo de la pureza del cuarzo, su corte y características. Estos son equipos con una exactitud muy alta, de hasta 0.01% de lectura.
4- Balanza de peso muerto: Consiste en masas apiladas en un pistón, las que aplican fuerza por gravedad. El pistón, al estar en un área conocida, permite calcular la presión según la fórmula: P = masa * gravedad / área.