En días recientes, el mundo ha visto impactado cómo el Mar Caspio se incendiaba, en un área plagada de volcanes, pero también de tuberías con gas y petróleo, por lo que investigaciones preliminares aún no han podido determinar cuál de estos dos factores han sido los causantes de este desastre medioambiental.
Pero esto no es un caso aislado, The FracTracker Alliance reveló que sólo en Estados Unidos, durante el 2020, 6% de los incidentes en tuberías fueron causados por fallas de material o de las soldaduras y el 15% fueron causados por la corrosión. Esto en un país donde 2.6 miles de millones de tuberías transportan trillones de metros cúbicos de productos petrolíferos líquidos.
Sin embargo, hay formas en las que la industria de los combustibles pueden reducir varios de estos riesgos. La edad de las tuberías y su material son importantes indicadores de riesgo. Estas están construidas de hierro fundido y forjado, así como también acero y son estos materiales los más antiguos utilizados en esta industria y son también los que poseen el mayor riesgo, debido a la degradación natural de las aleaciones de hierro, la edad de las tuberías y el diseño de sus articulaciones.
La primera forma de asegurar que las tuberías y su equipamiento están fabricados con las aleaciones de metal correctas, para prevenir la corrosión y fallas mecánicas, es la verificación en terreno utilizando Analizadores de Fluorescencia de Rayos X (XRF) o Espectrometría LIBS, como una forma precisa, económica y no destructiva de identificación de materiales. Estos equipos pueden ayudar a asegurar que se han recibido los materiales correctos y así cumplir con los requerimientos necesarios del diseño de ingeniería y las aplicaciones para las que están destinados.