Con la nueva normalidad que nos trajo la pandemia, el termómetro infrarrojo se volvió un instrumento presente en todas las tiendas, restaurantes y medios de transporte para el monitoreo de la temperatura de las personas como medida de prevención de los contagios del Coronavirus. Pero, con la masificación de estos equipos, es normal preguntarnos ¿Qué tan precisos son para detectar si una persona tiene fiebre?
Antes de la pandemia, el termómetro infrarrojo se utilizaba mayormente a nivel industrial para medir la temperatura de objetos en constante movimiento, como por ejemplo rodillos, máquinas de embalaje y cintas transportadoras, para lo que sería imposible hacerlo con otros métodos.
Estos equipos funcionan mediante un rayo infrarrojo que se apunta hacia el objeto o persona que se requiere medir la temperatura, la que es captada debido a la radiación electromagnética que emiten los cuerpos calientes y que el termómetro es capaz de recibir e interpretar y que se enfoca mediante un lente.
Con respecto a su precisión, estos equipos sí tienen un margen de error en su lectura, el que depende netamente de la relación que existe entre el punto desde donde se mide la temperatura hasta el objeto que se está midiendo, e incluso depende también de la marca y modelo del termómetro. Aún así, este rango es mínimo y este es un equipo confiable en términos generales, si no se requiere de una precisión al 100%.
Los rangos de temperatura que puede medir un termómetro infrarrojo van desde los -58°C y los 1.832°C y pueden ser calibrados de manera automática, dependiendo del modelo y fabricante. Funcionan de manera inalámbrica y pueden medir la temperatura tanto en Celsius como Fahrenheit. Tienen una vida útil larga y su mantenimiento es bajo, por lo que son una buena opción para el uso diario en el monitoreo de la temperatura.