La gran mayoría de los trabajos que se realizan en el laboratorio, requieren del uso de instrumentos volumétricos, como pipetas, matraces, cilindros graduados y buretas, para medir de manera precisa volúmenes de líquido.
Debido a que esta medición de volumen es una parte crítica de cada ensayo, estos instrumentos deben tener un monitoreo regular.
Sólo el ácido fluorhídrico ataca significativamente el vidrio. El ácido fosfórico concentrado y las soluciones alcalinas concentradas, también causan degradación a altas temperaturas, por sobre los 70°C. El vidrio es altamente resistente a la mayoría de los otros químicos, incluidos los ácidos comunes, bases y solventes orgánicos, pero una pequeña cantidad de corrosión puede llevarse a cabo con el paso del tiempo. Debido a esta corrosión, los instrumentos volumétricos deben ser monitoreados para asegurar que los resultados sean confiables.
1- Preparación
Identificar el tipo, volumen, número de lote y número de serie del instrumento. Se debe realizar una revisión visual inicial para ver si las graduaciones son legibles y si hay algún daño visible. Se debe luego limpiar de ser necesario.
2- Monitoreo gravimétrico
Medir cada instrumento por turnos, una vez para aquellos calibrados para contener y tres veces para los instrumentos calibrados para entregar. Se debe usar agua destilada de tipo 3 como líquido de calibración. Los estándares establecidos indican los requisitos completos para el equipo auxiliar que se debe utilizar.
Se debe primero pesar el instrumento vacío, antes de ser llenado con el líquido de calibración ligeramente por sobre la marca de graduación. El menisco debe estar correctamente posicionado, luego se debe volver a pesar el instrumento.
3- Cálculos
Luego de esto, se debe aplicar la siguiente ecuación:
V20 = (IL – IE) x Z
4- Evaluación
Finalmente, se comparan los resultados con límites admisibles para los instrumentos y la documentación previa para cada uno.