Los equipos de laboratorio, así como los instrumentos, son elementos clave, que garantizan la precisión y calidad de ensayos y pruebas que afectan directamente la salud y calidad de vida de las personas. Pero estos equipos tienen una vida útil definida y deben ser reemplazados por nuevos cuando sea necesario.
Estas son las ventajas de mantener los equipos de laboratorio actualizados, incluso si aún no han llegado al fin de su vida útil:
1- Tiempos: Los equipos con tecnología más nueva logran entregar tiempos de respuesta frente a una muestra más rápidos, lo que permite realizar más análisis en una sola jornada de trabajo, a la vez que los resultados pueden llegar al usuario final antes de lo programado, mejorando la reputación del laboratorio.
2- Calidad: Los modelos nuevos siempre poseen un diseño mejorado en sus sistemas, lo que permite la entrega de resultados más precisos en los análisis y en parámetros que quizás, en modelos anteriores, no era posible.
3- Sustentabilidad: Los equipos de laboratorio más antiguos liberan al ambiente una mayor cantidad de contaminantes, a la vez que utilizan una mayor cantidad de energía eléctrica. Un equipo con certificaciones como la “Energy Star”, presente en todo tipo de aparatos electrónicos, desde computadores a electrodomésticos, garantiza que contiene mejores elementos de filtrado y que poseen un menor impacto medioambiental.
4- Mejor experiencia de usuario: Una tecnología más nueva puede asegurar también una mejora en el uso, con softwares más amigables y que optimizan el rendimiento del equipo, además una interfaz más rápida de usar y que requiere de menor entrenamiento para los operarios.
5- Mantenimiento: Cuando un equipo comienza a llegar al fin de su vida útil, requerirá de mantenciones más seguidas y cambios de piezas más frecuentes, lo que resulta en un gasto adicional para el laboratorio, sumado a los costos de tener un equipo sin actividad mientras se realizan reparaciones y mantenciones. Costos que se pueden evitar con la renovación temprana de los equipos.