El fósforo es un elemento vital para la nutrición de las plantas en la industria agrícola, por lo que el análisis de su presencia en el suelo debe ser realizado con frecuencia. El grado de meteorización del suelo, sus características fisicoquímicas, el contenido de materia orgánica y la actividad de los microorganismos, son factores que pueden influir en la presencia del fósforo en el suelo.
El fósforo puede ser orgánico o inorgánico, dependiendo del compuesto al que esté unido. Es así como existen dos métodos principales para su extracción:
1- Método Mehlich I: Esta solución utiliza una mezcla de ácido clorhídrico y ácido sulfúrico. Este es un análisis de bajo costo y que provee extractos claros con facilidad.
Los equipos necesarios para este análisis son: Balanza Analítica, Pipeta semi-automática, dispensador, Agitador Orbital y Espectrofotómetro.
La única desventaja de este método, es que puede subestimar el contenido de fósforo en suelos tropicales y subtropicales con alta humedad que estén altamente meteorizados, a la vez que puede sobreestimar el contenido de fósforo en suelos que hayan recibido una aplicación de fosfato natural.
2- Resina de intercambio iónico: Este método extrae sólo el fósforo disponible, dejando de lado el no disponible, que suele estar unido al calcio. Este análisis tiene mejor correlación con el uso de fertilizantes fosfatados.
Para realizar este procedimiento, se requiere de los siguientes equipos de laboratorio: Colector de suelos, Agitador Orbital, Separador de Resina y Recuperador de Resinas.
Este método tiene asociado un costo mayor, ya que requiere de más operarios de laboratorio, pero a la vez, es menos sensible a las características del suelo y tiene una buena representación de suelos alcalinos o ácidos, además de no sobreestimar o subestimar el contenido de fósforo en ningún tipo de suelo.