Desde el mesón de trabajo, hasta el teclado del computador, el espacio de uso diario del laboratorio está lleno de gérmenes. Se ha comprobado que los escritorios y mesones pueden contener hasta 21.000 gérmenes por cada 6 centímetros cuadrados y que incluso un estornudo puede dejar un rastro de virus que puede sobrevivir en la superficie hasta por tres días. Esto, sumado a que usualmente en el laboratorio se realizan trabajos que requieren realizar disecciones o cultivos de bacterias.
A continuación, dejamos algunos pasos simples para prevenir al máximo la contaminación microbiana en el laboratorio:
1- Desinfectante
Para una rápida desinfección de las superficies, se puede usar una solución de 70% alcohol isopropílico mezclado con agua desionizada. Esto es eficiente eliminando bacterias y hongos, aunque para microorganismos más complejos, como esporas, se puede usar un limpiador especializado.
2- Guantes
Para el trabajo con químicos peligrosos y bacterias, los guantes desechables son una forma sencilla de mantener a los operarios seguros y sin transferencia de microbios desde el espacio del laboratorio hacia el escritorio de trabajo. Hay una gran variedad de guantes, disponibles en diferentes tamaños y materiales.
3- Limpiar los recipientes
Ya es parte de la rutina de trabajo la limpieza de las superficies luego de cada sesión, pero la misma atención debe dedicarse a los contenedores y vasos de vidrio. Simplemente enjuagar el líquido que contenían no es suficiente, es necesario también procesarlos en un autoclave para esterilizar o lavavajillas de laboratorio que apliquen detergentes, calor y presión para desinfectarlos por completo.
4- Manejo de desechos
No se debe dejar que el espacio de trabajo se llene de viales desechables, pipetas, toallitas o placas. Hay que asegurarse que una vez que se hayan usado estos elementos, se desechen en una bolsa adecuada para ello o se laven según corresponda.